Pocas imágenes han retratado
mejor una ciudad, un país y una época, y pocas han sobrevivido como ella al
paso de las décadas. Almuerzo en lo alto de un rascacielos.
La
fotografía de los once albañiles fue tomada el 20 de septiembre de 1932, en
plena Gran Recesión, mientras se construía el Rockefeller Center de Nueva
York.
Desafiando
al vértigo, los trabajadores se sientan para comer en una viga de acero a
sesenta y nueve pisos de altura en el Edificio RCD, posteriormente rebautizado
como Edificio GE. Tras ellos –y muy por debajo– Manhattan y Central Park
y, pesando en la atmósfera, la terrible crisis económica.
En la
década de los treinta el magnate del petróleo John D. Rockefeller construyó
un faraónico complejo de rascacielos en el corazón de la ciudad mientras uno
de cada diez neoyorquinos estaba desempleado. Quienes trabajaban en él se
enfrentaban a condiciones tan duras como las que ilustra la imagen.
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